El agua es esencial para la vida, pero ¿cuánto sabemos realmente sobre su estructura y funciones más allá de su papel como líquido vital? En los últimos años, investigaciones científicas han revelado que el agua no solo existe en su forma líquida, sólida o gaseosa, sino que también puede adoptar un estado intermedio conocido como agua estructurada o agua de zona de exclusión (EZ). Este cuarto estado del agua ha generado un creciente interés debido a su influencia en procesos biológicos, su capacidad para almacenar energía y su papel en la salud celular.

En esta guía, exploraremos en profundidad qué es el agua estructurada, cómo se forma, sus propiedades únicas y los beneficios potenciales para nuestro bienestar. Desmitificaremos conceptos y presentaremos los descubrimientos más recientes para que puedas comprender cómo este fascinante estado del agua está revolucionando nuestra comprensión de la hidratación, la energía celular y su impacto en la salud.

La hidratación es un concepto mucho más complejo que simplemente cumplir con una cantidad de agua a consumir diariamente. A menudo, se nos dice que necesitamos beber suficiente agua para mantenernos saludables, pero hay mucho más en juego cuando se trata de cómo nuestro cuerpo hace uso de ella. El simple acto de beber agua es solo una parte de un proceso mucho más profundo que implica cómo nuestras células absorben, retienen y utilizan este recurso vital para realizar funciones esenciales.

No obstante, es innegable que consumir agua es un punto de partida crucial para una buena hidratación. Pero ¿qué significa realmente «suficiente» agua? La cantidad ideal varía de persona a persona, dependiendo de factores como la edad, el nivel de actividad, el clima e incluso la dieta. Aunque la recomendación general es de aproximadamente 8 vasos de agua al día, esta cifra es solo una referencia. El verdadero desafío es asegurar que el agua que consumimos sea eficazmente utilizada por nuestras células y tejidos.

Además, el tipo de agua que bebemos, su calidad y la forma en que nuestro cuerpo procesa esa agua también tienen un impacto significativo en cómo nos mantenemos hidratados. De modo que, aunque beber agua es algo esencial, es solo el primer paso para asegurar una hidratación óptima. Ahora, exploremos más a fondo cómo el cuerpo gestiona este proceso y qué otros factores influyen en una hidratación efectiva.

La calidad del agua que consumimos es un tema crucial que, a menudo, no recibe la atención que merece. Si bien se nos insiste en “mantenernos hidratados”, es esencial entender que no toda el agua es igual. Beber más agua puede no ser siempre la solución más efectiva si la calidad de esa agua está comprometida. En muchos lugares, el agua del grifo municipal contiene sustancias potencialmente dañinas, como insecticidas, plaguicidas o pesticidas, disruptores endocrinos, flúor, PFAS (compuestos perfluoroalquilados), cloro y contaminantes orgánicos persistentes.

Estas sustancias pueden ser perjudiciales para la salud si se consumen en grandes cantidades o durante períodos prolongados.

Por ejemplo, la presencia de PFAS, comúnmente denominados “químicos eternos” debido a su resistencia a degradarse, está asociada con problemas de salud graves como cáncer, disfunción tiroidea y alteraciones hormonales. Del mismo modo, los disruptores endocrinos que a menudo se encuentran en el agua del grifo pueden interferir con el equilibrio hormonal del cuerpo, lo que puede llevar a una amplia gama de problemas, desde infertilidad hasta desórdenes metabólicos.

El Vórtice: La Danza Natural de la Energía

Un vórtice es uno de los patrones de flujo más comunes en la naturaleza, y lo vemos en todas partes: desde los sistemas solares giratorios y tornados, hasta el agua que gira al bajar por un desagüe o el flujo de sangre, las formas de algunas plantas y mucho más.

Incluso los fotones de luz siguen un camino en espiral, lo que demuestra que este patrón se manifiesta a diversas escalas, desde lo cósmico hasta lo cuántico. Cuando el agua se mueve en un vórtice, no es solo un fenómeno mecánico. Se cree que este movimiento en espiral le permite al agua absorber energía y frecuencias electromagnéticas. En este sentido, el vórtice no solo mantiene el agua en movimiento, sino que también le ayuda a recoger información y cargarla eléctricamente con la energía que la rodea.

¿Qué es el Agua Estructurada o EZ?

Ahora, hablemos del concepto de agua estructurada, también conocida como agua de Zona de Exclusión (EZ). Las investigaciones de Gerald Pollack, un experto en biología celular, han demostrado que el agua puede existir en un estado intermedio, diferente al sólido, líquido o gas que conocemos. Este “cuarto estado” ocurre cuando el agua entra en contacto con superficies hidrofílicas (aquellas que atraen el agua) y crea una capa de moléculas de agua organizadas de manera distinta, como si estuvieran más “estructuradas”.

Esta agua EZ tiene más carga negativa que el agua normal, lo que significa que almacena energía. Este fenómeno podría explicar la afirmación de Viktor Schauberger de que el agua que fluye en la naturaleza tiene más “vitalidad”. En este estado, el agua estructurada no solo tiene más energía, sino que también puede ser más eficiente en procesos biológicos como la hidratación celular.

¿Por qué Importa el Movimiento en Vórtice?
El vórtice es esencial para que el agua adquiera estas propiedades. A medida que el agua fluye en la naturaleza, en ríos o arroyos, se agita y se mezcla con oxígeno, lo que aumenta su carga eléctrica. Según Schauberger, el agua en movimiento recoge minerales del entorno y, al mismo tiempo, absorbe energía vital a través de este movimiento en espiral. Este proceso no solo enfría el agua, sino que también la revitaliza. Esa energía extra es lo que podría hacer que el agua estructurada sea más beneficiosa para nuestra salud. En el laboratorio de Pollack, se ha demostrado que cuando el agua se agita, se enfría y se carga negativamente, lo que le permite almacenar energía en forma de agua EZ. Esta agua estructurada puede ofrecer más energía potencial a las células que el agua a granel (agua regular), lo que podría mejorar los procesos celulares y la hidratación.

Mitocondrias y Agua Metabólica: Un Enfoque Profundo para la Hidratación Celular

No me voy a cansar de decírtelo, la hidratación no es simplemente una cuestión de cuánta agua bebemos; es un proceso mucho más complejo que involucra mecanismos internos profundos, principalmente a través de nuestras mitocondrias. Estas pequeñas “centrales eléctricas” no solo producen la energía que nuestras células necesitan en forma de ATP, sino que también generan un tipo de agua pura y biológicamente eficiente durante el proceso metabólico. Este agua, llamada agua metabólica, es esencial para la hidratación intracelular y es un componente crucial para el bienestar celular.

Pero ¿cómo producen agua las mitocondrias y por qué es tan importante? Vamos a explorar esto, junto con otros temas clave como el agua estructurada (EZ) y el papel de la fascia en la hidratación.



El potencial zeta es una medida que indica la carga eléctrica en la superficie de las partículas o células suspendidas en un líquido. Esta carga es crucial para determinar cómo interactúan entre sí esas partículas. Si el potencial zeta es alto, las partículas se repelen entre sí, lo que ayuda a mantenerlas dispersas y separadas. Si es bajo, las partículas tienden a agruparse, lo que puede llevar a la formación de coágulos o depósitos. En el cuerpo humano, un potencial zeta adecuado es importante para que las células sanguíneas fluyan de manera libre y eficiente, evitando problemas como la coagulación excesiva o la obstrucción de vasos.


Mitocondrias: Agua que Produces Internamente

Las mitocondrias son orgánulos especializados dentro de casi todas las células del cuerpo, responsables de convertir los alimentos que consumimos en energía y, como parte de ese proceso, también producen agua. En el metabolismo, los electrones provenientes de los carbohidratos y las grasas se pasan a través de la cadena de transporte de electrones, un proceso que ocurre en los pliegues de la membrana mitocondrial interna. Uno de los pasos cruciales de esta cadena es el citocromo c oxidasa (CCO), que toma los electrones y los utiliza para unirlos con oxígeno y, como resultado, forma agua.

En las mitocondrias, los cinco complejos principales involucrados en la cadena de transporte de electrones son:

1. Complejo I (NADH deshidrogenasa): Acepta electrones de NADH y los transfiere a la ubiquinona, bombeando protones hacia el espacio intermembrana para generar un gradiente electroquímico.

2. Complejo II (Succinato deshidrogenasa): Transfiere electrones del succinato a la ubiquinona, sin bombear protones.

3. Complejo III (Citocromo bc1): Recibe electrones de la ubiquinona reducida y los transfiere al citocromo c, bombeando más protones hacia el espacio intermembrana.

4. Complejo IV (Citocromo c oxidasa): Acepta electrones del citocromo c, reduce el oxígeno a agua y bombea protones, aumentando el gradiente de protones.

5. ATP sintasa (Complejo V): Utiliza el gradiente de protones generado por los otros complejos para sintetizar ATP a partir de ADP y fosfato.

El Agua Mitocondrial: Hidratación Interna Óptima

Este agua que producen las mitocondrias es increíblemente pura y está libre de toxinas y contaminantes como los que se encuentran en el agua del grifo o embotellada. Aún más fascinante, esta agua también está libre de deuterio, una forma más pesada de hidrógeno que, en exceso, puede ralentizar las reacciones metabólicas.

El agua deuterada contiene deuterio, un isótopo pesado del hidrógeno, en lugar del hidrógeno común. Esto altera algunas propiedades físicas y químicas del agua. A nivel bioquímico, el deuterio puede afectar negativamente el funcionamiento de las enzimas y las reacciones metabólicas en las que participa el hidrógeno.

Por ejemplo, puede reducir la eficiencia de la cadena de transporte de electrones en las mitocondrias, crucial para la producción de ATP, la molécula de energía. Además, puede cambiar la velocidad y el equilibrio de las reacciones químicas en el cuerpo, lo que podría resultar en un metabolismo alterado y una menor producción de energía.

Esto se debe a que el enlace químico que forma el deuterio es más fuerte y más lento de romper, alterando la cinética y la dinámica de las reacciones bioquímicas importantes.

Este agua metabólica tiene un valor superior porque se produce justo donde el cuerpo la necesita: dentro de las células. Al contrario del agua que bebemos, que debe pasar por todo el sistema digestivo y entrar en la circulación, el agua mitocondrial llega directamente a las células y ayuda a mantener su correcto funcionamiento. Esta hidratación intracelular es fundamental para la vida.

Cadena de Transporte de Electrones y Producción de Agua

La cadena de transporte de electrones es como una línea de montaje en una fábrica, donde se pasan electrones a través de varias proteínas hasta que, en el cuarto paso, se forma agua. Es en este proceso donde las mitocondrias convierten electrones de los alimentos que consumimos en agua pura.

El proceso en el citocromo c oxidasa se activa bajo la influencia de luz roja e infrarroja cercana (NIR-A), una parte del espectro de luz solar. Estas frecuencias desplazan el óxido nítrico (NO), que se produce en las mitocondrias y puede inhibir la actividad de la cadena de transporte de electrones. Cuando el NO se acumula debido a factores como infecciones crónicas, toxinas o la exposición a radiación de dispositivos electrónicos, bloquea la producción de agua y ATP, por lo que exponerse a luz solar roja e infraroja nos podría llegar a ayudar a optimizar el flujo de electrones, eliminando el NO y permitiendo que las mitocondrias produzcan agua de manera más eficiente.

Los Estragos del Óxido Nítrico y el Calcio Intracelular

El óxido nítrico (NO) es una molécula producida en las mitocondrias que inhibe la producción de agua cuando se une a la citocromo c oxidasa. Este NO se activa como respuesta al aumento de calcio intracelular, que puede incrementarse debido a diversas condiciones estresantes para el cuerpo: infecciones crónicas como la enfermedad de Lyme, la exposición a toxinas (metales pesados o moho), o el contacto frecuente con campos electromagnéticos (radiación de Wi-Fi y teléfonos móviles).

Este proceso conduce a la deshidratación intracelular crónica, ya que el aumento de NO bloquea la producción de agua dentro de las células. A largo plazo, esto reduce la energía disponible (ATP) y causa síntomas de fatiga y problemas crónicos, como los que se observan en condiciones como la fibromialgia o el síndrome de fatiga crónica.

El Poder de la Luz Solar para las Mitocondrias

Aquí es donde entra en juego un elemento esencial: la luz solar. En particular, aquellas de las que he escrito unas íneas más arriba, la luz roja y la infrarroja cercana (NIR-A), presentes en el espectro solar, las cuales son fundamentales para ayudar a las mitocondrias a producir más agua. Estas frecuencias de luz solar actúan desplazando el óxido nítrico de la citocromo c oxidasa, lo que permite que el proceso de transporte de electrones continúe sin interrupciones. Es por eso que la exposición regular a la luz solar, especialmente a las horas del día en las que el espectro rojo es dominante, no solo es vital para la producción de vitamina D, sino también para mantener una hidratación celular óptima.

Agua Convencional (del Grifo) vs. Agua Natural

Aunque la mayoría de nosotros no tenemos acceso directo a manantiales de agua mineral pura o a arroyos que fluyen en vórtices naturales, es fundamental comprender la diferencia entre el agua del grifo y el agua natural. El agua del grifo en muchas ciudades contiene contaminantes como como los que te he comentado algo más arriba y, si bien el tratamiento del agua elimina la mayoría de los patógenos, también puede añadir así químicos que son perjudiciales a corto, medio y largo plazo.

Uno de los problemas más serios con el agua tratada convencionalmente es la interacción entre cloraminas (usadas para purificar el agua) y los desechos orgánicos naturales que terminan en el agua, como hojas. Esta combinación puede producir trihalometanos, sustancias potencialmente tóxicas que pueden tener efectos negativos para la salud.

¿Qué Podemos Hacer?

Si no tienes acceso a fuentes naturales de agua, hay algunas estrategias que pueden ayudarte a mejorar la calidad del agua que bebes:

Remineralización: Después de filtrar el agua, es crucial remineralizarla para devolverle esos minerales que son esenciales para nuestra salud. Algunas opciones para hacerlo incluyen:

Sal marina del Himalaya o celta: Estas sales contienen una gran cantidad de minerales traza.

Ácido fúlvico/húmico: Un suplemento natural que ayuda a mejorar la absorción de minerales y nutrientes.

La Magia de los Minerales

Los minerales son clave para que nuestro cuerpo absorba el agua correctamente. Cuando bebemos agua sin minerales, es más difícil para el cuerpo retenerla a nivel celular. Minerales como el potasio son esenciales para mantener las células hidratadas, ya que actúan como conductores que permiten que el agua entre y salga de las células de manera eficiente. Sin ellos, incluso si bebes grandes cantidades de agua, es posible que no te estés hidratando adecuadamente.

Utilizar un Vórtice para Revitalizar el Agua: Aunque no resuelve todos los problemas de contaminación, agitar el agua en un vórtice puede ayudar a devolverle parte de la energía que pierde al pasar por el sistema de tratamiento. Algunos dispositivos domésticos imitan este movimiento en espiral para revitalizar el agua, lo que podría mejorar su calidad energética y vibratoria.

Filtración por Ósmosis Inversa: Este tipo de filtración elimina una gran cantidad de toxinas y contaminantes del agua del grifo, incluyendo cloro, cloraminas, metales pesados y PFAS. Sin embargo, también elimina minerales esenciales que son necesarios para la correcta absorción de agua en el cuerpo.

Agua Metabólica vs. Agua Externa: ¿Es Suficiente Solo Beber?

Mientras que el agua que bebemos juega un papel importante en la hidratación de nuestros tejidos, el agua que producimos internamente partir del metabolismo y de la funcionalidad de las mitocondrias de las que ya has leído antes, es igualmente, e incluso mucho más crucial, principalmente por una serie factores que te van a interesar mucho.

Para que las mitocondrias funcionen de manera eficiente y produzcan más agua, necesitan una cantidad adecuada de cofactores nutricionales, como vitaminas del complejo B, magnesio y antioxidantes. Estos cofactores son esenciales para los procesos de producción de energía y agua.

Las mitocondrias producen hasta cuatro veces más agua a partir de la oxidación de grasas que de la de carbohidratos. Es por eso que quienes siguen dietas cetogénicas, ricas en grasas, tienden a generar más agua metabólica. Al metabolizar grasas en lugar de carbohidratos, el cuerpo no solo produce más ATP, sino que también genera más agua pura.

Estrategias para Optimizar la Producción de Agua Mitocondrial

Reducir la exposición a toxinas, como metales pesados y campos electromagnéticos, puede prevenir la acumulación de calcio intracelular que bloquea la producción de agua en las mitocondrias.

Si queremos pasar a un nivel de optimización mucho mayor, tendría todo el sentido del mundo optar por incluir la suplementación a partir de cofactores como la coenzima Q10, NAD+, y vitaminas del complejo B ya que son esenciales para mantener la cadena de transporte de electrones funcionando de manera eficiente.

Adoptar una estilo de alimentación incluyendo grasas saludables de modo que priorices fuentes de ácidos grasos como las grasas saturadas y las monoinsaturadas, así de este modo puedes aumentar la producción de agua en las mitocondrias.

Salir al sol, especialmente en las primeras horas de la mañana y cerca del atardecer, cuando el espectro de luz roja y NIR-A es más abundante, puede mejorar la producción de agua mitocondrial y la salud celular.

Reducir la exposición a toxinas, como metales pesados y campos electromagnéticos, puede prevenir la acumulación de calcio intracelular que bloquea la producción de agua en las mitocondrias.

El Proceso de Producción de Agua en las Mitocondrias y La Relación Entre los Radicales Libres y la Forma Mitocondrial

El proceso de producción de agua en las mitocondrias es un mecanismo esencial en la fisiología celular, estrechamente ligado a la producción de energía y la gestión de los radicales libres. Este proceso ocurre durante la cadena de transporte de electrones (CTE), una serie de complejos proteicos ubicados en la membrana interna de la mitocondria. Su función es trasladar electrones desde las moléculas de los alimentos hasta el oxígeno, lo que finalmente da lugar a la generación de energía en forma de adenosina trifosfato (ATP) y la producción de agua. Sin embargo, cuando este proceso se ve alterado, ya sea por estrés, daño celular o factores externos, se producen consecuencias negativas, como la generación excesiva de especies reactivas de oxígeno (ROS) y alteraciones en la morfología mitocondrial, que pueden llevar a la disfunción energética.

Producción de agua en las mitocondrias: La cadena de transporte de electrones

Imaginemos la cadena de transporte de electrones como una fila de bomberos que se pasan baldes de agua de una mano a otra para apagar un incendio. Cada bombero representa una proteína o complejo de la CTE que transfiere electrones a lo largo de la membrana interna mitocondrial. A medida que los electrones pasan de una proteína a otra, estos bomberos virtuales transfieren la energía necesaria para impulsar la producción de ATP, el combustible energético de las células. El “incendio” que deben apagar sería la demanda de energía de la célula.

Al final de esta cadena, en el complejo IV, también conocido como citocromo c oxidasa (CCO), los electrones se combinan con oxígeno y protones (H+) para formar agua. Este proceso es crucial porque, además de generar ATP, la combinación de electrones y oxígeno en el complejo IV da lugar a la creación de agua metabólica, que es esencial para el equilibrio osmótico y para evitar la formación de radicales libres.

Radicales libres: Consecuencia de una transferencia de electrones ineficiente

Cuando el paso de electrones en la CTE es eficiente, la célula produce la cantidad adecuada de energía y agua, y se mantiene un ambiente celular equilibrado. Sin embargo, si los bomberos de nuestra analogía están mal organizados o demasiado distanciados entre sí, los “baldes” de electrones comienzan a perder contenido. Esto se traduce, en términos bioquímicos, en la pérdida de electrones, que no alcanzan su destino final en el complejo IV. Estos electrones “perdidos” pueden interactuar con el oxígeno de manera inadecuada, lo que genera especies reactivas de oxígeno (ROS), comúnmente conocidas como radicales libres.

Los ROS son moléculas altamente reactivas que, en pequeñas cantidades, cumplen funciones importantes en el cuerpo, como la señalización celular. Sin embargo, cuando la producción de ROS aumenta debido a una transferencia de electrones ineficiente, estas moléculas pueden causar un daño significativo. Los ROS atacan componentes esenciales de las células, como las membranas, las proteínas y el ADN, y este daño es especialmente problemático en las mitocondrias. La acumulación de ROS dentro de las mitocondrias puede deteriorar su estructura y función, lo que, a su vez, afecta su capacidad para producir tanto ATP como agua.

Efectos de los radicales libres sobre las mitocondrias

El exceso de radicales libres daña las mitocondrias de varias maneras. Una de las más graves es el daño a las membranas mitocondriales, que son cruciales para mantener la separación de protones y electrones en la cadena de transporte. Cuando estas membranas se ven afectadas por los ROS, la eficiencia de la producción de energía disminuye considerablemente.

Además, los radicales libres pueden alterar la forma mitocondrial. Las mitocondrias sanas generalmente tienen una forma tubular y alargada, lo que les permite organizarse de manera eficiente y mantener una alta capacidad de producción energética. No obstante, cuando las mitocondrias están sometidas a un exceso de estrés, como el causado por infecciones, toxinas o una exposición prolongada a campos electromagnéticos (por ejemplo, la radiación emitida por dispositivos Wi-Fi), su estructura comienza a cambiar. En lugar de mantener su forma tubular óptima, las mitocondrias pueden adquirir formas anómalas como rosquillas o gotas.

Estas formas irregulares impiden el flujo normal de electrones a través de la CTE, lo que aumenta aún más la producción de ROS y genera un ciclo de retroalimentación negativa. Cuanto más dañada está la mitocondria, más radicales libres se producen, y más alterada queda su estructura, lo que compromete aún más su función.

El trabajo del Dr. Doug Wallace y la eficiencia energética mitocondrial

El Dr. Doug Wallace, uno de los investigadores más destacados en el estudio de las mitocondrias y las enfermedades mitocondriales, ha aportado importantes descubrimientos sobre cómo el tamaño y la forma de las mitocondrias influyen directamente en su eficiencia energética. Su investigación ha demostrado que, a medida que las mitocondrias se agrandan debido al estrés, los complejos de la cadena de transporte de electrones, que antes estaban estrechamente organizados, comienzan a separarse.

Incluso una separación tan pequeña como un angstrom (una unidad extremadamente pequeña, equivalente a una diezmilésima parte del grosor de un cabello humano) puede reducir la eficiencia energética en un 10%. Este cambio aparentemente insignificante tiene un impacto enorme en el funcionamiento celular, ya que, con cada aumento adicional en el tamaño de la mitocondria, la capacidad de generar energía y agua disminuye considerablemente.

Cuando los complejos mitocondriales se separan, los electrones no pueden transferirse de manera efectiva entre las proteínas de la cadena, lo que resulta en la pérdida de electrones y un aumento en la producción de ROS. Como ya se mencionó, esta sobreproducción de radicales libres no solo daña las propias mitocondrias, sino también otras estructuras celulares.

Estrés mitocondrial y su relación con el envejecimiento y las enfermedades

El impacto del estrés mitocondrial no se limita a la disminución de la eficiencia energética. La alteración de las mitocondrias también tiene un papel fundamental en el envejecimiento y en el desarrollo de enfermedades crónicas. A medida que envejecemos, la acumulación de daño mitocondrial causado por ROS afecta nuestra capacidad para generar energía de manera eficiente. Esto se traduce en una disminución de la función celular en general, lo que contribuye al deterioro asociado con el envejecimiento y a la aparición de enfermedades degenerativas, como el Alzheimer y el Parkinson.

Además, estudios recientes han vinculado la disfunción mitocondrial con enfermedades metabólicas, como la diabetes tipo 2, y con trastornos cardiovasculares. Dado que las mitocondrias son responsables no solo de la producción de energía, sino también del control del metabolismo celular, cualquier alteración en su estructura o función tiene repercusiones a nivel sistémico.

Prevención y manejo del daño mitocondrial

Para mantener la salud mitocondrial y prevenir el daño causado por los ROS, existen varias estrategias que pueden ser útiles:

1. Antioxidantes: Dado que los radicales libres son responsables del daño oxidativo en las células, el uso de antioxidantes puede ayudar a neutralizar los ROS y proteger las mitocondrias. Alimentos ricos en antioxidantes, como frutas y verduras, pueden ser beneficiosos.

2. Ejercicio físico moderado: El ejercicio ha demostrado ser una de las formas más efectivas de estimular la biogénesis mitocondrial, es decir, la creación de nuevas mitocondrias. Esto ayuda a mejorar la capacidad de las células para producir energía de manera eficiente.

3. Control del estrés: Minimizar la exposición a factores de estrés, como la radiación electromagnética o las toxinas ambientales, puede ayudar a proteger las mitocondrias del daño estructural y funcional.

4. Dietas cetogénicas o bajas en carbohidratos: Estas dietas fomentan el uso de grasas como fuente principal de energía, lo que puede mejorar la función mitocondrial y reducir la producción de ROS.

A medida que las mitocondrias aumentan de tamaño debido al estrés, los complejos de la cadena de transporte de electrones comienzan a separarse. Incluso una separación de 1 angstrom (una unidad de medida extremadamente pequeña) reduce la eficiencia energética en un 10%. Con cada aumento en el tamaño de la mitocondria, se compromete su capacidad para generar energía y agua de manera eficiente.

Radicales Libres: Los Aliados y Enemigos del Metabolismo

Aunque los radicales libres tienen mala fama por su capacidad de dañar las células, en realidad son un subproducto natural del metabolismo y cumplen una función importante en la señalización celular.

En pequeñas cantidades, los ROS actúan como mensajeros dentro de la célula, activando vías que promueven la reparación celular y la respuesta antioxidante. el problema, como siempre, es el desbalance, el desequilibrio, la cronoficación ya que cuando esto ocurre, pueden causar estrés oxidativo, que daña el ADN, las proteínas y las membranas celulares.

El cuerpo tiene mecanismos para controlar los ROS, como las enzimas antioxidantes, que neutralizan los radicales libres y evitan que causen daño, pero no obstante, cuando hay demasiados ROS, el sistema de defensa antioxidante puede sobrecargarse, lo que lleva a una cascada de daño celular que afecta la producción de agua y energía en las mitocondrias.

La Importancia del Agua de Zona de Exclusión (EZ) en las Mitocondrias

Además de la producción de ATP, otro aspecto clave en las mitocondrias es la generación de agua estructurada o agua de Zona de Exclusión (EZ). Este tipo de agua tiene una estructura molecular más organizada y es especialmente eficiente en la hidratación celular. Se ha propuesto que la luz solar, específicamente las frecuencias de luz roja e infrarroja, ayudan a estructurar el agua dentro de las mitocondrias, lo que mejora su capacidad de hidratación y almacenamiento de energía.

El agua EZ se forma cerca de las superficies hidrofílicas (que atraen el agua) en las mitocondrias y tiene propiedades únicas que la hacen más energética. Este tipo de agua no solo ayuda a las células a funcionar de manera más eficiente, sino que también contribuye a la estabilidad estructural de las mitocondrias, asegurando que mantengan su forma tubular y sigan produciendo tanto agua como energía.



El agua no se “estructura” con filtros o dispositivos mágicos; es la biología lo que importa. Las frutas contienen agua estructurada, con más contexto nutricional y beneficios que solo beber agua común. A veces, lo natural es la verdadera tecnología.

Agua EZ: La Cuarta Fase del Agua y su Papel en el Organismo

Tradicionalmente, aprendemos que el agua existe en tres fases: sólida (hielo), líquida y gaseosa (vapor) pero investigaciones más recientes, especialmente del Dr. Gerald Pollack, han revelado la existencia de una cuarta fase del agua, conocida como agua de Zona de Exclusión (EZ). Esta fase del agua, que se comporta de manera muy diferente al agua líquida que solemos conocer, es clave para comprender cómo funciona el agua dentro de nuestras células y por qué es esencial para la hidratación y el funcionamiento celular óptimo.

¿Qué es el Agua EZ?

El agua EZ no es H₂O como el agua común, sino que su fórmula es H₃O₂. Este cambio estructural la convierte en un tipo de agua más organizada, con una estructura molecular similar al hielo, pero que sigue siendo fluida. En lugar de ser líquida, tiene una consistencia más parecida a un gel. Esta propiedad de tipo gel es lo que permite que el agua EZ tenga funciones muy específicas y especializadas dentro del cuerpo.

El agua EZ se forma cuando el agua líquida entra en contacto con una superficie hidrofílica (es decir, una superficie que “ama” el agua). Como el interior de nuestras células está lleno de superficies hidrofílicas (proteínas, moléculas y orgánulos), este tipo de agua se forma naturalmente dentro de las células, rodeando todo y creando un entorno óptimo para la función celular.

¿Por Qué es Importante el Agua EZ?

El agua EZ tiene algunas propiedades únicas que son esenciales para la vida celular:

1. Proporciona una Carga Negativa: El agua EZ tiene una estructura en la que las moléculas de agua se organizan en capas con una carga negativa. Esto es importante porque las células necesitan mantener una carga negativa de aproximadamente -50 mV para funcionar correctamente. Este potencial negativo es crucial para la energía celular, ya que las células requieren energía eléctrica para activar diversas funciones biológicas, incluidas las reacciones metabólicas y el transporte de moléculas.

2. Exclusión de Sustancias Grandes: La zona de exclusión del agua EZ se llama así porque bloquea cualquier partícula o molécula más grande que un electrón. Esto significa que el agua EZ forma una barrera protectora que impide que las impurezas, toxinas y moléculas grandes entren en contacto con las estructuras celulares. Esto convierte al agua EZ en un tipo de “campo de fuerza” natural que protege a las células de sustancias no deseadas, mientras que deja pasar los fotones de luz, que pueden tener un impacto positivo en la energía celular.

3. Soporte para la Estructura Celular: El agua EZ tiene una función estructural dentro de la célula, ya que ayuda a mantener las proteínas en su forma extendida óptima para que puedan interactuar correctamente con otras moléculas y realizar sus funciones. Este tipo de agua proporciona estabilidad a la matriz viviente de la célula, lo que asegura que todos los orgánulos y moléculas estén anclados y funcionando en un entorno ideal.

Agua EZ y Luz Infrarroja

Y de nuevo la luz infraroja … Una de las características más fascinantes del agua EZ es que su formación se ve potenciada por la luz infrarroja. Específicamente, la luz del espectro infrarrojo cercano (NIR), que proviene del sol, tiene la capacidad de expandir las zonas de exclusión del agua EZ. Esto significa que cuando nos exponemos a la luz solar, especialmente a la luz infrarroja, nuestro cuerpo puede aumentar la cantidad de agua EZ dentro de nuestras células.

Este fenómeno es extremadamente importante porque, al aumentar la cantidad de agua EZ, también mejora la hidratación intracelular como te comentaba antes, la eficiencia de las reacciones metabólicas y la capacidad de las células para mantener su carga negativa. Así que, al exponernos a la luz solar, estamos literalmente mejorando nuestra hidratación y energía celular.

Agua EZ en el Cuerpo: ¿Qué Hace?
El agua EZ (exclusión zonal) es esencial para la hidratación celular óptima, ya que su estructura organizada ayuda a las células a mantener un equilibrio adecuado de agua. Esta agua forma capas alrededor de las proteínas y orgánulos, favoreciendo su función. Además, el agua EZ tiene una carga negativa que regula el potencial eléctrico de las células, crucial para la comunicación y las reacciones bioquímicas. También actúa como una barrera protectora frente a moléculas dañinas, manteniendo un ambiente celular saludable. Finalmente, facilita la comunicación entre células, actuando como un medio para la transmisión de señales y la coordinación de funciones biológicas.

Agua EZ y la Matriz Viviente

En el interior de nuestras células no solo existen una serie de orgánulos flotando al azar. Las células están estructuradas de manera compleja, con un citoesqueleto que actúa como una red de soporte. Este citoesqueleto proporciona puntos de anclaje para orgánulos como las mitocondrias, proteínas y otras estructuras celulares. Este entramado también está inmerso en agua EZ, lo que mejora la capacidad de las células para realizar funciones con eficiencia.

El concepto de la matriz viviente, propuesto por el Dr. James Oschman, sugiere que esta red de citoesqueleto, junto con el agua EZ, crea un entorno que optimiza el funcionamiento celular al permitir una fluidez ordenada de señales y nutrientes dentro de las células. Esta combinación de estructura y agua organizada es lo que permite que las células se comporten de manera tan precisa y eficiente.

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2 Estrategias que Desconocías para Mejorar el Agua EZ

Termogénesis por Frío:

La terapia de frío (termogénesis en frío) puede ayudar a aumentar la cantidad de agua EZ. Al exponerte a temperaturas frías, las mitocondrias se desacoplan y generan más calor infrarrojo, lo que a su vez promueve la formación de agua EZ. Puedes lograr esto mediante baños fríos o duchas frías regulares.

Ayuno Intermitente:

El ayuno intermitente, combinado con la exposición a la luz solar, puede optimizar la función celular y la salud mitocondrial, lo que favorece la formación de agua EZ.

Citocromo c oxidasa: Es una enzima clave en la mitocondria que ayuda a producir energía (ATP) al transferir electrones a través de la cadena de transporte de electrones.

2. Túnelización de electrones: Los electrones se mueven de manera eficiente en las mitocondrias gracias a un fenómeno cuántico llamado túnelización, lo que permite una rápida producción de ATP.

3. Agua sin deuterio: El proceso de producción de ATP también genera agua metabólica baja en deuterio, la cual es crucial para mantener las funciones celulares.

4. Agua estructurada: Esta agua especial en las células genera cargas eléctricas que ayudan a las proteínas a plegarse y electrificarse correctamente.

5. Fotones y energía: La luz puede influir en estos procesos biológicos, permitiendo que las proteínas y las mitocondrias trabajen de manera más eficiente.

Agua Deuterada

El agua deuterada, también conocida como agua pesada, contiene deuterio en lugar de hidrógeno común o protio. El deuterio es un isótopo estable del hidrógeno que tiene un neutrón adicional en su núcleo, lo que lo hace aproximadamente el doble de pesado que el hidrógeno normal. Aunque químicamente similar al hidrógeno, el deuterio tiene propiedades que pueden afectar los procesos biológicos a nivel molecular de varias maneras importantes, especialmente en cómo interactúa con las proteínas y enzimas, y cómo influencia la producción de energía celular en las mitocondrias.

Efectos sobre la cinética enzimática

Las enzimas son cruciales para catalizar prácticamente todas las reacciones químicas en organismos vivos. La mayoría de estas enzimas están optimizadas para trabajar con moléculas que contienen hidrógeno normal. El deuterio forma enlaces más fuertes y estables con el oxígeno que el hidrógeno, debido al efecto isotópico cinético. Esto puede alterar la velocidad a la que las enzimas funcionan, ya que los enlaces entre el deuterio y otros átomos en las moléculas son más difíciles de romper en comparación con los enlaces que involucran hidrógeno normal. Esto puede llevar a una disminución general en la eficiencia de las reacciones bioquímicas dentro del cuerpo.

Interferencia con el metabolismo energético

Las mitocondrias, los orgánulos responsables de generar la mayor parte de la energía celular (ATP) mediante la respiración celular, pueden verse afectadas negativamente por el deuterio. El complejo de la ATP sintasa en las mitocondrias utiliza un gradiente de protones (hidrógeno sin su electrón) para generar energía. El deuterio, debido a su mayor masa, altera este gradiente, ya que no se transporta a través de las membranas mitocondriales con la misma eficacia que el hidrógeno. Esto puede resultar en una producción reducida de ATP, disminuyendo la disponibilidad de energía para la célula y, por lo tanto, para todo el organismo.

Impacto sobre la estabilidad y la dinámica de las proteínas

Las propiedades del agua, incluyendo su capacidad para formar puentes de hidrógeno, juegan un papel crucial en el plegamiento de las proteínas y en la estabilidad estructural. El agua deuterada altera las propiedades de plegamiento de las proteínas debido a su diferente capacidad de formación de puentes de hidrógeno, que podría resultar en cambios en la conformación de las proteínas. Esto podría afectar su funcionalidad y su interacción con otras moléculas, potencialmente desestabilizando sistemas biológicos críticos.

Alteración de los procesos de señalización celular

Muchos procesos de señalización celular dependen de la transferencia rápida y precisa de moléculas de hidrógeno. El deuterio, al ser más pesado, puede ralentizar estos procesos o alterar su dinámica, lo que podría afectar cómo las células responden a las señales externas e internas. Esto podría tener implicaciones en la regulación de procesos como el crecimiento celular, la respuesta inmunitaria y la apoptosis (muerte celular programada).

El agua deuterada, también conocida como agua pesada, contiene deuterio en lugar de hidrógeno común o protio. El deuterio es un isótopo estable del hidrógeno que tiene un neutrón adicional en su núcleo, lo que lo hace aproximadamente el doble de pesado que el hidrógeno normal. Aunque químicamente similar al hidrógeno, el deuterio tiene propiedades que pueden afectar los procesos biológicos a nivel molecular de varias maneras importantes, especialmente en cómo interactúa con las proteínas y enzimas, y cómo influencia la producción de energía celular en las mitocondrias.

1. Efectos sobre la cinética enzimática

Las enzimas son cruciales para catalizar prácticamente todas las reacciones químicas en organismos vivos. La mayoría de estas enzimas están optimizadas para trabajar con moléculas que contienen hidrógeno normal. El deuterio forma enlaces más fuertes y estables con el oxígeno que el hidrógeno, debido al efecto isotópico cinético. Esto puede alterar la velocidad a la que las enzimas funcionan, ya que los enlaces entre el deuterio y otros átomos en las moléculas son más difíciles de romper en comparación con los enlaces que involucran hidrógeno normal. Esto puede llevar a una disminución general en la eficiencia de las reacciones bioquímicas dentro del cuerpo.

2. Interferencia con el metabolismo energético

Las mitocondrias, los orgánulos responsables de generar la mayor parte de la energía celular (ATP) mediante la respiración celular, pueden verse afectadas negativamente por el deuterio. El complejo de la ATP sintasa en las mitocondrias utiliza un gradiente de protones (hidrógeno sin su electrón) para generar energía. El deuterio, debido a su mayor masa, altera este gradiente, ya que no se transporta a través de las membranas mitocondriales con la misma eficacia que el hidrógeno. Esto puede resultar en una producción reducida de ATP, disminuyendo la disponibilidad de energía para la célula y, por lo tanto, para todo el organismo.

3. Impacto sobre la estabilidad y la dinámica de las proteínas

Las propiedades del agua, incluyendo su capacidad para formar puentes de hidrógeno, juegan un papel crucial en el plegamiento de las proteínas y en la estabilidad estructural. El agua deuterada altera las propiedades de plegamiento de las proteínas debido a su diferente capacidad de formación de puentes de hidrógeno, que podría resultar en cambios en la conformación de las proteínas. Esto podría afectar su funcionalidad y su interacción con otras moléculas, potencialmente desestabilizando sistemas biológicos críticos.

4. Alteración de los procesos de señalización celular

Muchos procesos de señalización celular dependen de la transferencia rápida y precisa de moléculas de hidrógeno. El deuterio, al ser más pesado, puede ralentizar estos procesos o alterar su dinámica, lo que podría afectar cómo las células responden a las señales externas e internas. Esto podría tener implicaciones en la regulación de procesos como el crecimiento celular, la respuesta inmunitaria y la apoptosis (muerte celular programada).

Las Diferencias Básicas que debes saber:

1. Agua EZ (Exclusion Zone Water):

• Esta es una forma de agua que se encuentra en un estado estructurado específico que excluye solutos y partículas, creándose cerca de superficies hidrófilas bajo ciertas condiciones.

• El agua EZ se caracteriza por tener una estructura molecular más organizada comparada con el agua normal. Fue descrita por el científico Gerald Pollack, quien sugirió que esta agua posee propiedades únicas, incluyendo una carga eléctrica negativa.

• A menudo se considera que tiene implicaciones importantes en los procesos biológicos y podría jugar un papel en el aumento de la eficiencia de las reacciones químicas en las células.

2. Agua Estructurada:

• El término “agua estructurada” se refiere a muestras de agua cuyas moléculas se organizan en estructuras específicas, a menudo debido a influencias físicas o electromagnéticas.

• A diferencia del agua común, que tiene una estructura molecular desorganizada, el agua estructurada tiene patrones que se cree mejoran la biodisponibilidad del agua y pueden tener efectos positivos en la salud, según algunos proponentes.

• No obstante, las afirmaciones sobre los beneficios del agua estructurada son a menudo controvertidas y no están ampliamente aceptadas en la comunidad científica.

3. Agua Deuterada:

• El agua deuterada, también conocida como óxido de deuterio (D2O), es agua en la que los átomos de hidrógeno comunes (protio) son reemplazados por deuterio, un isótopo pesado del hidrógeno que contiene un neutrón adicional.

• Tiene todas las propiedades químicas del agua común, pero con una masa molecular mayor. Esto cambia algunas de sus propiedades físicas, como el punto de ebullición y el punto de congelación.

• El agua deuterada se utiliza en investigaciones científicas y aplicaciones industriales debido a sus propiedades únicas. En biología, puede afectar los procesos metabólicos y ralentizar ciertas reacciones debido a su mayor masa.

Agua y Enfermedades Cardiovasculares

Las investigaciones de Stephanie Seneff (una científica influyente en las áreas de la salud descentralizada) han dado lugar a una teoría innovadora que desafía las ideas tradicionales sobre la aterosclerosis, una de las principales causas de enfermedades cardiovasculares. En lugar de considerarla únicamente como una acumulación de grasa y colesterol en las arterias, Seneff sugiere que la aterosclerosis puede estar profundamente relacionada con una alteración en el metabolismo del sulfato en el cuerpo. Este enfoque ofrece una nueva perspectiva sobre las causas y los mecanismos subyacentes de esta enfermedad.

1. Deficiencia de Sulfato de Colesterol

El primer elemento crucial de la teoría de Seneff es la deficiencia de sulfato de colesterol. De acuerdo con su investigación, el colesterol sulfato es una molécula esencial que desempeña un papel fundamental en el mantenimiento de la salud celular y cardiovascular. Esta molécula combina colesterol y sulfato, dos compuestos clave para diversas funciones biológicas.

Seneff sugiere que en muchas personas con aterosclerosis, los niveles de sulfato de colesterol son insuficientes. Esta deficiencia tiene varias consecuencias. En primer lugar, afecta la capacidad del cuerpo para transportar tanto el colesterol como el sulfato de manera adecuada a través de la sangre. Como resultado, el colesterol y otros lípidos comienzan a acumularse en las paredes arteriales. Aunque esta acumulación ha sido tradicionalmente vista como el principal problema en la aterosclerosis, según Seneff, es solo un síntoma de un problema más profundo relacionado con el metabolismo del sulfato.

Este nuevo enfoque sugiere que el tratamiento de la aterosclerosis no debe enfocarse exclusivamente en reducir los niveles de colesterol en sangre, como se ha hecho comúnmente, sino en garantizar que los niveles de sulfato de colesterol estén equilibrados para permitir un transporte y uso adecuado de estos compuestos en el cuerpo.

2. Formación de Placas Ateromatosas

Una de las manifestaciones más visibles de la aterosclerosis es la formación de placas ateromatosas en las arterias. Estas placas han sido tradicionalmente vistas como acumulaciones peligrosas de colesterol y otros materiales grasos que obstruyen el flujo sanguíneo y pueden llevar a eventos cardiovasculares graves, como ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

Pero desde la perspectiva de Seneff, las placas ateromatosas no son simplemente un subproducto dañino de una dieta rica en grasas no saludables, sino que podrían tener una función compensatoria. En su teoría, la formación de estas placas sería un mecanismo del cuerpo para tratar de reponer los niveles de sulfato y colesterol necesarios en la microvasculatura. De hecho, el cuerpo estaría utilizando estas acumulaciones como una especie de depósito temporal de estos compuestos, para liberarlos cuando sea necesario.

La inflamación juega un papel clave en este proceso. En condiciones normales, la inflamación se asocia con una respuesta del sistema inmunológico a lesiones o infecciones, pero en la aterosclerosis, puede estar relacionada con la producción de sulfato. Seneff sostiene que la inflamación facilita la conversión de la homocisteína y otras fuentes de azufre en sulfato, lo que permite al cuerpo restaurar el equilibrio de este compuesto esencial. Este enfoque sugiere que la inflamación en las arterias no es puramente negativa, sino que puede ser un intento del cuerpo por corregir un desequilibrio químico.

3. Importancia del Glicocáliz y el Agua Estructurada

Otro aspecto fundamental de la teoría de Seneff es el papel del glicocáliz en la salud cardiovascular. El glicocáliz es una capa de glicosaminoglicanos (GAGs) que recubre las células endoteliales de los vasos sanguíneos. Este revestimiento celular no solo proporciona protección a las células endoteliales, sino que también juega un papel crucial en el mantenimiento de la estructura del agua que circula por los vasos.

El agua estructurada permite interactuar eficientemente con otras moléculas biológicas. El glicocáliz utiliza aniones de sulfato para mantener este agua estructurada, lo cual es esencial para la salud vascular. Según Seneff, si el glicocáliz no tiene suficientes aniones de sulfato, el agua no puede mantener su estructura adecuada, lo que afecta el flujo sanguíneo, especialmente en los capilares, donde las células rojas de la sangre necesitan moverse sin obstáculos.

Además, un glicocáliz sano con suficiente sulfato permite que los eritrocitos, o glóbulos rojos, fluyan libremente a través de los capilares, asegurando que el oxígeno se entregue de manera eficiente a los tejidos. Este proceso es vital para prevenir la isquemia (falta de oxígeno en los tejidos), un problema que está relacionado con muchas enfermedades cardiovasculares.

4. Relación con el Óxido Nítrico y la Presión Sanguínea

El óxido nítrico (NO) es una molécula clave en la regulación del sistema cardiovascular. Su función principal es actuar como un vasodilatador, lo que significa que ayuda a relajar las paredes de los vasos sanguíneos y permite que el flujo de sangre sea más eficiente. Según la teoría de Seneff, el sulfato y el óxido nítrico están íntimamente relacionados en la regulación de la salud vascular.

El glicocáliz, al interactuar con el flujo sanguíneo, puede estimular la liberación de óxido nítrico. Este compuesto no solo dilata los vasos sanguíneos, lo que ayuda a reducir la presión sanguínea, sino que también puede modificar la matriz extracelular. Al hacerlo, mejora la distribución del sulfato a través del sistema cardiovascular, lo que ayuda a corregir la deficiencia de sulfato mencionada anteriormente.

Es importante destacar que Seneff sugiere que el cuerpo utiliza los derivados del óxido nítrico para optimizar la distribución del sulfato en el sistema vascular. Este proceso podría ser una respuesta compensatoria ante la deficiencia de sulfato, con el objetivo de mantener la integridad de los vasos sanguíneos y garantizar un flujo sanguíneo adecuado, evitando así problemas graves como la hipertensión y la trombosis.

5. Hipertensión y Trombosis

Uno de los problemas más comunes asociados con la aterosclerosis es la hipertensión, o presión arterial alta. Según la teoría de Seneff, la hipertensión puede estar vinculada a un bajo potencial zeta, que es una medida de la carga eléctrica en la superficie de las células sanguíneas y las paredes de los vasos sanguíneos. Un potencial zeta menos negativo indica que las células tienen menos capacidad para repelerse entre sí, lo que puede causar que las células rojas de la sangre se agrupen y aumenten la viscosidad de la sangre.

La falta de sulfato en el glicocáliz contribuye a este problema, ya que el sulfato es necesario para mantener una carga negativa adecuada en las superficies celulares. Como resultado, la sangre se vuelve más espesa y el corazón debe trabajar más para bombearla, lo que lleva a un aumento de la presión arterial.

Además, un potencial zeta bajo también puede aumentar el riesgo de trombosis, o formación de coágulos sanguíneos, ya que las células sanguíneas tienen más probabilidades de adherirse entre sí cuando no se repelen adecuadamente. Esto puede ser peligroso, ya que los coágulos pueden bloquear las arterias y provocar un ataque al corazón o un derrame cerebral.

Mi Protocolo de Hidratación

Debes dar mayor importancia a la capacidad de tu cuerpo para optimizar su propia estructuración que, probablemente, es mi hipótesis, la que consumas desde fuera. Todo suma, es cierto, pero como prioridad demos este input la importancia que se merece.

En el cuerpo, el agua estructurada podría funcionar como una especie de “batería” que almacena y libera energía, además de proteger las células al crear una barrera, similar a una jaula de Faraday.

La efectividad de beber agua estructurada desde una fuente externa, como agua tratada por dispositivos especiales o dejada al sol, es cuestionada. Algunos expertos -y mi postura está plenamente compartida con ellos- creen que es más importante mantener una hidratación adecuada y exponerse a la luz solar natural y evitar las radiaciones electromagnéticas no naturales, para apoyar los procesos biológicos que estructuran el agua dentro de nuestro cuerpo, en lugar de depender de fuentes externas de agua estructurada.

Además, algunas frutas y frutos diversos (y en el contexto omnívoro algunas plantas) contienen agua que ya está estructurada biológicamente, lo que podría ser una fuente más accesible y natural de este tipo de agua.

Aunque el agua estructurada dentro del cuerpo puede ser esencial para la adaptación, la reproducción y la supervivencia, el vínculo entre beber agua estructurada y una mejora directa en la salud aún no está respaldado con suficiente evidencia científica. La clave sigue siendo la hidratación constante, el consumo de alimentos frescos y la exposición a luz natural para apoyar la función celular óptima.

Continuará …