Comienzo con una sección nueva llamada Casos de Éxito, que como podrás imaginar va a reportar los casos tratados con un abordaje alternativo basado en la alimentación evolutiva, el movimiento y los hábitos de salud ancestral. En ests primer post quiero hablarte de la Fibromialgia y como adoptar un enfoque Evolutivo integral puede -y de hecho así lo ha demostrado- ser un tratamiento alternativo y efectivo para retomar el control de esta condición.

Introducción

Laura, una paciente de 52 años diagnosticada con fibromialgia, se ha enfrenatado a una serie de desafíos significativos. La fatiga constante y la incapacidad para entrenar afectaron a su calidad de vida. La niebla mental le dificultaba concentrarse y poner el foco en sus tareas diarias. Además, experimentaba distensión abdominal y dolores en varias articulaciones, complicando aún más su bienestar.

Decidió buscar nuevas opciones y acude a consulta con la esperanza de “experimentar” en busca de mejoras. Mi objetivo es comprender sus síntomas de manera integral y colaborar en un enfoque personalizado que aborde sus necesidades específicas, ofreciéndole opciones que puedan aliviar sus molestias y mejorar su calidad de vida. Pero el caso de Laura forma parte de muchos pacientes con condiciones como esta. Vamos a aprender esta enfermedad y como trabajé con esta paciente.

Que es la Fibromialgia

La fibromialgia es una condición de salud crónica caracterizada por dolor generalizado en los músculos, ligamentos y tendones. A menudo, se acompaña de fatiga, problemas de sueño y sensibilidad en áreas específicas del cuerpo. Aunque su causa exacta no está para nada completamente comprendida, se cree que involucra una amplificación de las señales de dolor en el cerebro y ciertas alteraciones en el sistema nervioso central de nuestro organismo. Los síntomas pueden variar en intensidad y duración, afectando la calidad de vida de quienes padecen esta enfermedad.

El diagnóstico típico de fibromialgia implica la identificación de una respuesta positiva en 11 de los 18 puntos sensibles del cuerpo. Además, se observan síntomas como fatiga persistente, dificultades para conciliar el sueño, análisis de sangre normales y antecedentes de dolor generalizado, especialmente en el cuello y la espalda.

La evaluación de los puntos de tender para el diagnóstico de la fibromialgia implica presionar en áreas específicas del cuerpo para determinar la sensibilidad del paciente.

  1. En la parte posterior del cuello, en la base del cráneo.
  2. En la parte delantera del cuello, justo debajo de la laringe.
  3. En la parte superior del pecho, cerca de la clavícula.
  4. En el hombro, en el área donde se une con el cuello.
  5. En la parte superior de la espalda, justo encima de los omóplatos.
  6. En el centro de la espalda, cerca de la columna vertebral.
  7. En el lado interno del codo.
  8. En la parte superior de las nalgas, justo debajo de la espina ilíaca.
  9. En la cadera, en la parte superior del hueso del muslo.
  10. En la rodilla, en el lado interno, justo encima del hueco.
  11. En el costado del cuello.
  12. En la parte delantera del cuello, en la unión con los hombros.
  13. En el pecho, a cada lado del esternón.
  14. En el hombro, en la parte superior.
  15. En la parte externa del codo.
  16. En la parte superior de las nalgas, cerca de la espina ilíaca.
  17. En la cadera, en la parte superior del hueso del muslo, en la parte externa.
  18. En la rodilla, en el lado externo, justo encima del hueco.

Causas Subyacentes de la Fibromialgia

A pesar de no identificar una causa única y quedando mucho por descubrir, existen ciertos patrones y nexos en común en la aparición de esta condición.

Conoce la Sensibilización Central.

La sensibilización central, según la mayoría de los científicos, implica una condición crónica en la que el sistema nervioso de la fascia muscular se vuelve más sensible al dolor, incluso en ausencia de agentes inflamatorios constantes.

En comparación con personas sin fibromialgia, aquellas con esta condición tienen un umbral de dolor muy bajo, lo que significa que experimentan dolor con estímulos mínimos o incluso sin ellos, debido a la mayor sensibilidad de su sistema nervioso.

Este fenómeno se diferencia de la respuesta normal al dolor, donde se necesita un umbral más alto para percibir la sensación dolorosa.

La activación de receptores periféricos de dolor (también llamados nociceptores) por estímulos nocivos genera señales que viajan hacia el cuerno dorsal de la médula espinal a través del ganglio de la raíz dorsal. Desde el cuerno dorsal, las señales se transportan a lo largo de la vía ascendente del dolor o el tracto espinotalámico hacia el tálamo y la corteza cerebral. El dolor puede ser controlado por neuronas inhibidoras y facilitadoras de la nocicepción. Señales descendentes originadas en centros supraspinales pueden modular la actividad en el cuerno dorsal al controlar la transmisión del dolor espinal.

Posibles procesos fisiopatológicos en la fibromialgia: Se ha sugerido la sensibilización del sistema nervioso central (SNC) como uno de los principales cambios fisiopatológicos subyacentes en la fibromialgia16. El punto genético de ajuste para la regulación sensorial (incluido el dolor) puede ser modificado por factores psicológicos como la ansiedad, la depresión y la catastrofización, así como por el estrés biopsicosocial (por ejemplo, trauma, adversidades en la infancia, eventos importantes o infecciones). Los factores periféricos, como la entrada nociceptiva continua producida por comorbilidades, también pueden afectar la patogénesis. En el SNC, se pueden observar varios cambios, incluyendo desequilibrios de neurotransmisores, conectividad funcional alterada y cambios en el eje hipotálamo-hipófisis-adrenal (HPA), que influyen en el sistema autónomo. Las flechas rojas representan los factores estresantes. GABA, ácido gamma-aminobutírico; NGF, factor de crecimiento nervioso.

Alteraciones en el eje HPA

Como ya has podido ver, la fibromialgia a menudo está vinculada con la desregulación del eje hipotalámico-pituitario-suprarrenal (HPA). Este problema surge cuando hay una respuesta continua e intensa de lucha o huida. En situaciones estresantes, el eje HPA aumenta su actividad, pero si esto persiste, puede provocar fatiga y disfunción a largo plazo en estas áreas. La fatiga crónica de la pituitaria y las glándulas suprarrenales afecta la producción de hormonas sexuales (estrógeno, progesterona y testosterona) y la hormona del crecimiento humano (HGH), esenciales para la curación del cuerpo. La investigación respalda que esto es característico en personas con fibromialgia.

La Desconocida Disfunción Mitocondrial

La disfunción mitocondrial en el contexto de la fibromialgia implica problemas en las mitocondrias, pequeñas estructuras en el interior de nuestras células que actúan como las “baterías” que proporcionan energía. Piensa, como solemos decir, en las mitocondrias como las centrales energéticas de cada célula.

Cuando experimentamos altos niveles de estrés oxidativo, algo así como un desgaste extremo, nuestras mitocondrias pueden volverse disfuncionales. Este desgaste es especialmente relevante en personas con fibromialgia. Estudios científicos han vinculado la fibromialgia a un aumento en el estrés oxidativo y a la disfunción mitocondrial.

Disfunción de la cadena mitocondrial en la piel de pacientes con fibromialgia (n = 25) en comparación con controles (n = 20). (A) Las actividades enzimáticas mitocondriales se determinaron según se describe en Material y métodos. Los resultados (media ± desviación estándar) se expresan en U/CS (unidades por citrato sintasa). (B) Niveles de expresión de proteínas de los complejos mitocondriales I, II, III y IV. Los niveles de proteínas se cuantificaron mediante análisis densitométrico (IOD, intensidad óptica integrada) de tres Western blots diferentes y se normalizaron a la señal de GADPH, utilizando biopsias de piel de cuatro pacientes representativos con fibromialgia, en comparación con tres sujetos de control sanos, emparejados por edad y sexo.

Un dato interesante es que las personas con fibromialgia suelen tener una deficiencia de coenzima Q10, que es esencial para combatir los radicales libres en nuestras células y también es necesario para un proceso llamado cadena respiratoria mitocondrial, que básicamente es la forma en que las mitocondrias generan energía.

Cuando los niveles de CoQ10 son bajos, la actividad de la cadena respiratoria mitocondrial disminuye, y la cantidad de oxígeno dentro de las células también se ve afectada negativamente. Esto tiene un impacto en la capacidad de las células para funcionar correctamente.

Lo interesante es que, según la investigación, el tratamiento con suplementos de CoQ10 ha mostrado ser exitoso en la mejora de los síntomas de la fibromialgia. En términos sencillos, proporcionar a las células este nutriente esencial parece ayudar a restaurar la función mitocondrial y, por ende, mejorar los síntomas asociados con la fibromialgia.

Este proceso disfuncional origina una cascada de problemas posteriores, las células se enfrentan a un estrés exacerbado considerable, agotando su principal escudo protector, el glutatión (GSH). Este desgaste del GSH motivado por ejemplo con un control deficiente del azúcar en sangre y la exposición a toxinas ambientales de las que ahora hablaré, resulta en daño mitocondrial y del ADN, llevando a la muerte celular debido al estrés oxidativo.

Una vía esencial para mantener los niveles de glutatión y la capacidad celular de hacer frente al estrés es conocida como Keap1-Nrf2. Cuando esta vía se ve comprometida, se generan mayores niveles de estrés oxidativo dentro de la célula, lo que conduce al agotamiento del glutatión y a la disfunción mitocondrial. En resumen, la interrupción de esta vía contribuye a la cascada de eventos que agravan los síntomas de la fibromialgia.

Toxinas, Biotoxinas, Micotoxinas, Metales pesados …

Las Infravaloradas Micotoxinas

La presencia de moho en edificios afectados por daños por agua puede ser un problema significativo, especialmente en relación con la fibromialgia. El moho tiene la capacidad de liberar sustancias tóxicas conocidas como micotoxinas, que incluyen aflotoxinas, ocratoxinas y tricotecenos, con impactos negativos en la salud humana. Sorprendentemente, la medicina convencional a menudo pasa por alto estas micotoxinas y rara vez las considera.

En un estudio revelador, se encontró que el 93% de las personas con fibromialgia o síndrome de fatiga crónica tenían al menos una micotoxina en su orina, y alrededor del 30% tenía dos o más micotoxinas diferentes presentes.

Muchas de estas personas experimentaron una exposición significativa al moho en sus hogares o lugares de trabajo. Una pregunta clave que planteo a mis clientes es si se sienten mejor durante las vacaciones, lejos de su entorno habitual. Si hay una mejora notable cuando están fuera de casa o del trabajo, esto podría ser una señal de alerta de la presencia de enfermedad por moho. Es esencial considerar estos factores ambientales en la evaluación de la fibromialgia y explorar posibles soluciones para mejorar la salud de quienes la padecen.

En el contexto de la fibromialgia, es importante considerar la posible toxicidad por metales pesados que algunas personas pueden experimentar. Entre los metales pesados más vinculados se encuentran el mercurio, aluminio y plomo. La exposición al mercurio podría relacionarse con historiales de empastes de amalgama, tanto en el individuo como en su madre, o a través de antiguas vacunas que contenían mercurio.

La presencia de plomo también puede ser un factor, especialmente para aquellos que han vivido en casas con pinturas a base de plomo o han utilizado productos como lápices labiales con contenidos de plomo. Asimismo, la exposición al aluminio puede ocurrir a través del consumo frecuente de alimentos enlatados, el uso de utensilios de cocina de aluminio y la administración de vacunas que contienen aluminio como conservante.

La calidad del agua del grifo también puede ser relevante, ya que algunos suministros de agua de la ciudad pueden contener niveles elevados de estos metales pesados. Además, deficiencias minerales, como bajos niveles de zinc, pueden aumentar la predisposición a la acumulación de metales pesados.

La evaluación de las proporciones de metales pesados a través de pruebas de orina puede proporcionar información sobre la posible toxicidad y ayudar en la formulación de estrategias para abordar estos desequilibrios. Es fundamental considerar estos factores como parte integral del manejo de la fibromialgia, buscando soluciones personalizadas para mejorar la salud y el bienestar general.

¿Y la Microbiota?

En mi experiencia clínica, he observado una tendencia creciente hacia la sobrevaloración de la microbiota en los últimos tiempos. Aunque es innegable que desempeña un papel interesante en la salud, considero que atribuirle una importancia brutal y absoluta en la aparición o cura de condiciones puede ser exagerado. La microbiota es un componente relevante, pero raramente es el único al 100%. Es crucial considerar otros factores en el contexto general de la salud y la enfermedad, ya que la complejidad de estos procesos va más allá de la influencia exclusiva de la microbiota.

El vínculo entre el microbioma y la fibromialgia ha sido y sigue siendo objeto de extensa investigación. Se ha observado que bajos niveles de lactobacillus y Bifidobacterium, bacterias saludables, se relacionan con mayor excitabilidad cerebral y nerviosa, así como con inflamación neurológica. Entre el 30% y el 70% de los pacientes con fibromialgia experimentan un crecimiento excesivo de bacterias en el intestino delgado y problemas digestivos, como el síndrome del intestino irritable. Otras investigaciones han revelado que alteraciones en la microbiota intestinal están asociadas con la fibromialgia. Entre ellas una encontró que el 100% de los pacientes con fibromialgia estudiados tenían crecimiento excesivo de bacterias en el intestino delgado. Otro estudio mostró que el 70% de los pacientes con fibromialgia tenían permeabilidad intestinal, incluso aquellos sin síntomas intestinales aparentes. Este hallazgo destaca la importancia del intestino como una de las posible causa subyacente de la fibromialgia, a menudo pasada por alto.

Alimentación y Suplementación – Caso Práctico

El enfoque de una dieta antiinflamatoria, con énfasis en alimentos basados en animales, puede ser beneficioso para abordar los síntomas de la fibromialgia. Aquí hay algunas razones que respaldan esta perspectiva:

  1. Reducción de la Inflamación: La fibromialgia está asociada con la inflamación crónica. Al adoptar una dieta antiinflamatoria basada en alimentos de origen animal, es posible reducir la inflamación en el cuerpo. Algunos alimentos de origen animal, como pescado graso rico en omega-3, pueden tener propiedades antiinflamatorias.
  2. Aporte de Nutrientes Esenciales: Las proteínas de alta calidad presentes en alimentos como carne, pescado y huevos proporcionan aminoácidos esenciales necesarios para la reparación y el mantenimiento de tejidos, incluidos los músculos. Además, las grasas saludables presentes en ciertos alimentos animales son esenciales para la función celular y la salud del sistema nervioso.
  3. Control de los Niveles de Azúcar en Sangre: Una dieta antiinflamatoria, que incluye alimentos basados en animales y minimiza los carbohidratos refinados y azúcares, puede ayudar a mantener estables los niveles de azúcar en sangre. Esto puede ser beneficioso para las personas con fibromialgia, ya que los niveles de azúcar en sangre inestables pueden contribuir a los síntomas.
  4. Eliminación de Alérgenos Potenciales: Algunas personas con fibromialgia pueden ser sensibles a ciertos alimentos o ingredientes que podrían desencadenar inflamación. Adoptar una dieta basada en alimentos de origen animal puede eliminar posibles alérgenos y mejorar los síntomas.
  5. Énfasis en la Calidad de los Alimentos: Optar por alimentos de origen animal de alta calidad, como carnes magras, pescado y productos lácteos sin procesar, asegura el consumo de nutrientes esenciales sin la presencia de aditivos y procesamiento excesivo.

Vitamina D

La falta de vitamina D es un problema común, especialmente entre quienes padecen fibromialgia. La investigación indica que existe una relación entre los niveles de vitamina D y la intensidad del dolor y los síntomas de la fibromialgia. Aquellos con bajos niveles de vitamina D tienen umbrales de dolor más bajos en comparación con aquellos con niveles más altos de vitamina D. Parece, según varios estudios, que el 61% de los pacientes con fibromialgia muestran niveles de vitamina D por debajo de 30 ng/ml, considerado clínicamente deficiente. Se observó una mejora significativa en los síntomas cuando los niveles de vitamina D superaron los 50 ng/ml. Esto destaca la importancia de abordar la deficiencia de vitamina D como parte del manejo de la fibromialgia para mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Apoyo a la Función Mitocondrial

La salud mitocondrial es esencial para el funcionamiento óptimo de nuestras células y, por ende, para nuestra salud general. Aquí se presentan algunos suplementos respaldados por evidencia científica que se cree que apoyan la salud mitocondrial y una breve explicación de cómo lo hacen:

  1. Coenzima Q10 (CoQ10):
    • Evidencia: Estudios han demostrado que la CoQ10 desempeña un papel crucial en la cadena de transporte de electrones mitocondrial, contribuyendo a la producción de energía.
    • Mecanismo: Actúa como un cofactor esencial en la producción de ATP, la principal fuente de energía celular.
  2. Ácido Alfa Lipoico (ALA):
    • Evidencia: Se ha sugerido que el ALA tiene propiedades antioxidantes y puede mejorar la función mitocondrial.
    • Mecanismo: Actúa como antioxidante y regenerador de otros antioxidantes, protegiendo las mitocondrias del daño oxidativo.
  3. N-Acetil Cisteína (NAC):
    • Evidencia: Estudios indican que el NAC puede tener efectos positivos en la función mitocondrial y reducir el estrés oxidativo.
    • Mecanismo: Actúa como precursor del glutatión, un antioxidante clave en la protección mitocondrial.
  4. Creatina:
    • Evidencia: Se ha sugerido que la creatina puede mejorar la función mitocondrial y la capacidad de producción de energía.
    • Mecanismo: Ayuda en la regeneración de ATP, siendo beneficioso para las células con alta demanda energética como las musculares y cerebrales.
  5. Carnitina:
    • Evidencia: La suplementación con carnitina ha mostrado mejoras en la capacidad de ejercicio y se ha asociado con beneficios para la salud cardiovascular y mitocondrial.
    • Mecanismo: Facilita el transporte de ácidos grasos a las mitocondrias para su oxidación y producción de energía.
  6. Magnesio:
    • Evidencia: El magnesio es esencial para la función mitocondrial y su deficiencia se ha asociado con disfunción mitocondrial.
    • Mecanismo: Actúa como cofactor en varias reacciones mitocondriales y participa en la estabilidad de las membranas mitocondriales.

Glutation

El glutatión es un antioxidante crucial y una molécula protectora que desempeña un papel esencial en la salud celular y, por ende, en la función mitocondrial. Actúa de diversas maneras beneficiosas:

  1. Acción Antioxidante:
    • El glutatión es un potente antioxidante que protege las células, incluidas las mitocondrias, del daño causado por los radicales libres y el estrés oxidativo.
  2. Detoxificación Celular:
    • Participa activamente en procesos de desintoxicación celular, ayudando a eliminar compuestos tóxicos y metabolitos perjudiciales para las mitocondrias y la célula en general.
  3. Regeneración de Otros Antioxidantes:
    • El glutatión tiene la capacidad única de regenerar otros antioxidantes, como la vitamina C y la vitamina E, después de que han neutralizado radicales libres. Esto contribuye a mantener un estado antioxidante saludable en la célula y las mitocondrias.
  4. Apoyo al Sistema Inmunológico:
    • El glutatión es esencial para la función óptima de las células inmunológicas, fortaleciendo la respuesta inmune y contribuyendo a la defensa contra patógenos que podrían afectar la salud mitocondrial.
  5. Protección de las Mitocondrias:
    • Las mitocondrias son particularmente sensibles al estrés oxidativo debido a su papel en la producción de energía. El glutatión ayuda a preservar la integridad de las mitocondrias, protegiéndolas del daño oxidativo y contribuyendo a su función normal.
  6. Apoyo en la Reparación del ADN:
    • El glutatión participa en la reparación del ADN, ayudando a mantener la integridad genética de las células y las mitocondrias.

Complejo B

El complejo B, que incluye varias vitaminas B como la B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B3 (niacina), B5 (ácido pantoténico), B6 (piridoxina), B7 (biotina), B9 (ácido fólico) y B12 (cobalamina), desempeña un papel crucial en el apoyo a la salud mitocondrial a través de varias funciones:

  1. Producción de Energía:
    • Las vitaminas B participan como cofactores en las reacciones metabólicas que convierten los nutrientes en energía utilizable por las células y las mitocondrias. Específicamente, las vitaminas B2, B3, B5, B6 y B12 son esenciales para la producción de ATP, la principal fuente de energía celular.
  2. Metabolismo de Nutrientes:
    • Contribuyen al metabolismo de carbohidratos, grasas y proteínas, proporcionando los sustratos necesarios para la generación de energía mitocondrial.
  3. Síntesis de Ácidos Nucleicos y Proteínas:
    • Participan en la síntesis de ácidos nucleicos y proteínas, procesos esenciales para el mantenimiento y la renovación de las mitocondrias.
  4. Regulación del Estrés Oxidativo:
    • Algunas vitaminas B, como la B2 y la B6, actúan como antioxidantes, ayudando a mitigar el estrés oxidativo y protegiendo las mitocondrias del daño oxidativo.
  5. Metilación:
    • Las vitaminas B, especialmente la B6, B9 y B12, son cruciales para los procesos de metilación. La metilación es esencial para la regulación genética, la reparación del ADN y otros procesos críticos en las mitocondrias.
  6. Función Nerviosa:
    • Las vitaminas B desempeñan un papel vital en la salud del sistema nervioso, incluidos los nervios que regulan la función mitocondrial. La B1, B6 y B12, por ejemplo, son fundamentales para el funcionamiento saludable de los nervios.

Hábitos Ancestrales

Mejora del Sueño

Mejorar tu sueño es clave para tu bienestar. Establece un horario regular para acostarte y levantarte, apoyando tus ritmos naturales. Evita dispositivos electrónicos, azúcar, cafeína y comidas pesadas antes de dormir. Practica actividades relajantes como estiramientos, baños relajantes y meditación. Asegúrate de tener una cama cómoda y duerme en una habitación oscura y tranquila para favorecer un sueño reparador. Esto contribuirá a reducir el estrés y mejorar tu calidad de vida.

Grounding

Vivimos rodeados de ondas electromagnéticas (EMF) que pueden aumentar el estrés y la inflamación en nuestro cuerpo, siendo especialmente desafiantes para quienes sufren de fibromialgia. Una manera simple de contrarrestar esto es conectarse a la tierra. Al caminar descalzo sobre hierba, tierra o arena, absorbes las energías naturales del suelo, ayudando a equilibrar tus ritmos eléctricos y potencialmente reducir el impacto negativo de los campos electromagnéticos en tu bienestar. Es una práctica fácil y accesible que podría brindar alivio a personas con sensibilidad a estas frecuencias.

Ayuno

El ayuno intermitente implica alternar entre periodos de no ingesta y ventanas de alimentación. Sus beneficios abarcan desde la reparación celular hasta la autofagia, regulación inmune, control de la inflamación y aumento de la sensibilidad a la insulina. Este enfoque también puede reducir el riesgo de enfermedades autoinmunes y crónicas, como la artritis reumatoide. Mantener un intervalo de 16 a 18 horas entre la cena y el desayuno (siempre dependiente de la condición y la persona) favorece la producción mitocondrial, mejorando la eficiencia energética a través del fortalecimiento de las mitocondrias. Esta práctica favorece la curación celular y reduce la neuroinflamación en el cuerpo. Para más detalles sobre los beneficios del ayuno intermitente y las mejores estrategias para implementarlo, puedes explorar recursos adicionales.

Exposición al Frío

La terapia de frío es beneficiosa para quienes tienen fibromialgia gracias a su efecto adormecedor. El frío contrae los vasos sanguíneos y reduce el flujo sanguíneo, disminuyendo así la inflamación. Métodos comunes incluyen aplicar una bolsa de hielo o vegetales congelados en el área afectada durante 20 minutos varias veces al día, con una toalla entre el hielo y la piel. Los paquetes de gel frío también son útiles para aliviar el dolor muscular al reducir la circulación en el área aplicada. Un baño frío, por su parte, no solo puede estimular el sistema inmunológico, sino también calmar músculos y aliviar el dolor en las articulaciones al reducir la inflamación.

Un estudio de buena calidad mostró la efectividad de la crioterapia de cuerpo entero (WBC) para el tratamiento sintomático de la fibromialgia (FM). Se midió el cambio en el dolor, la carga de la enfermedad y la gravedad a través de diversas evaluaciones. Los resultados mostraron que el grupo de WBC experimentó mejoras significativas en comparación con el grupo de reposo, lo que sugiere que la exposición al frío pueden ser una terapia complementaria útil.

Terapia de Calor

Explorar la terapia de calor puede ser beneficioso. La opción superficial, como almohadillas térmicas y compresas calientes, calienta la piel, mientras que la terapia profunda llega a los músculos centrales con ultrasonidos o baños de hidromasaje. La relajación y reducción del dolor en todo el cuerpo se pueden lograr con un baño o ducha tibias, siempre evitando temperaturas que puedan dañar la piel. Las compresas calientes son útiles para aliviar espasmos musculares, especialmente vinculados al síndrome de piernas inquietas. Sumergir un paño en agua caliente y aplicarlo en el área afectada durante 10 minutos puede marcar la diferencia. Los baños de hidromasaje, circulando agua alrededor de las áreas afectadas, pueden aliviar el dolor y el estrés en personas con fibromialgia. Finalmente, una almohadilla térmica eléctrica, al aplicar calor directamente, contribuye a reducir dolor y rigidez.

Reducción de Estrés

Cuidar tu bienestar implica reducir el estrés. Intenta limitar las noticias y las redes sociales, y evita situaciones negativas. Rodéate de personas positivas y realiza actividades relajantes como leer, hacer manualidades o jugar. Conéctate con la naturaleza, camina descalzo en el césped. Practica la gratitud y afirmaciones positivas, y dedica tiempo a meditar, orar o hacer ejercicios de respiración. Agradece y sonríe más, priorizando el amor propio y el tiempo positivo con amigos y familiares. Estos pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia en tu salud.

Actividad Física y Entrenamiento

El ejercicio puede desempeñar un papel crucial en el manejo y la mejora de la fibromialgia. Aunque los mecanismos exactos no están completamente claros, se han propuesto varias teorías sobre cómo el ejercicio beneficia a las personas con fibromialgia:

  1. Modulación del Dolor:
    • El ejercicio puede influir positivamente en la percepción del dolor al modular la respuesta del sistema nervioso central. Se ha observado que el ejercicio regular ayuda a reducir la sensibilidad al dolor y mejora la tolerancia al mismo.
  2. Aumento de la Producción de Endorfinas:
    • La actividad física estimula la liberación de endorfinas, neurotransmisores que actúan como analgésicos naturales y que pueden contribuir a reducir la sensación de dolor asociada con la fibromialgia.
  3. Mejora del Sueño:
    • El ejercicio regular puede tener beneficios significativos en la calidad del sueño, un aspecto crucial para las personas con fibromialgia. Un sueño mejorado puede ayudar a reducir la fatiga y mejorar el bienestar general.
  4. Reducción del Estrés y la Ansiedad:
    • La actividad física tiene efectos positivos en la gestión del estrés y la ansiedad. Dado que el estrés puede exacerbar los síntomas de la fibromialgia, el ejercicio puede ser beneficioso al reducir estos factores.
  5. Mejora de la Función Cardiovascular y Muscular:
    • El ejercicio aeróbico y de resistencia puede mejorar la salud cardiovascular y fortalecer los músculos. Esto puede contribuir a la reducción de la fatiga y a mejorar la capacidad funcional en personas con fibromialgia.
  6. Estimulación del Sistema Inmunológico:
    • Se ha sugerido que el ejercicio moderado puede tener efectos positivos en el sistema inmunológico, ayudando a modular respuestas inflamatorias que podrían estar implicadas en la fibromialgia.

Tipos de Ejercicio Beneficiosos:

  • Ejercicio Aeróbico de Baja Intensidad:
    • Caminar, nadar o andar en bicicleta a un ritmo suave pueden ser beneficiosos para mejorar la resistencia y reducir la fatiga.
  • Ejercicio de Resistencia:
    • El entrenamiento de resistencia con pesas ligeras puede fortalecer los músculos y mejorar la función física.

Conclusiones

La fibromialgia es una afección seria que afecta a millones de personas en todo el mundo, manifestándose con síntomas como dolor, fatiga, trastornos del sueño, depresión, confusión mental y dolores de cabeza. En este artículo te he compartido recomendaciones para retomar el control de tu salud y cuidar tu cuerpo, con la esperanza de que puedas experimentar mejoras en tu dolor, niveles de energía y bienestar en general.

Referencias

Fibromyalgia
Winfried Häuser, Jacob Ablin, Mary-Ann Fitzcharles, Geoffrey Littlejohn,
Juan V. Luciano, Chie Usui and Brian Walitt

Oxidative stress, mitochondrial dysfunction and, inflammation common events in skin of patients with Fibromyalgia

Rivera J, Tercero MJ, Salas JS, Gimeno JH, Alejo JS. The effect of cryotherapy on fibromyalgia: a randomised clinical trial carried out in a cryosauna cabin. Rheumatol Int. 2018 Dec;38(12):2243-2250. doi: 10.1007/s00296-018-4176-0. Epub 2018 Oct 23. PMID: 30353267; PMCID: PMC6223856.