La Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) es una enfermedad neurodegenerativa que puede afectar las neuronas motoras, encargadas de controlar los músculos voluntarios. Esto conduce a una pérdida progresiva de la función muscular, causando debilidad, parálisis y otras sintomatologías. Además de los síntomas motores, muchos pacientes con ELA también experimentan problemas cognitivos y de comportamiento. La comprensión de estos aspectos es crucial para mejorar el manejo y la calidad de vida de los afectados.
A pesar de que la prevalencia de esta enfermedad varía entre diferentes poblaciones, generalmente se estima en aproximadamente 2 a 3 casos por cada 100,000 personas a nivel mundial. Esto significa que, en una población de un millón de personas, alrededor de 20 a 30 individuos podrían estar afectados por ELA en un momento dado.
Las terapias mayoritariamente utilizadas priorizan los fármacos y en muchas ocasiones, los abordajes nutricionales pasan a un segundo, tercer e incluso un plano inexistente, pero en este trabajo que te comparto, vas a entender como controlar la glucosa es fundamental para, a su vez, controlar la enfermedad.
Introducción
Este estudio investigó cómo el metabolismo de la glucosa en el cerebro se relaciona con problemas cognitivos y de comportamiento en pacientes con Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). El trabajo, analizaró 67 pacientes, categorizados según la presencia de deterioro cognitivo y/o conductual.
Al utilizar FDG-PET y resonancias magnéticas, encontraron que los pacientes con problemas tanto cognitivos como conductuales mostraron una disminución en el metabolismo de la glucosa en áreas específicas del cerebro.
FDG-PET es una técnica de imagen que utiliza una forma radiactiva de glucosa (FDG) para mostrar cómo las células del cuerpo, especialmente en el cerebro, utilizan el azúcar para energía. Esto ayuda a detectar áreas de alta o baja actividad metabólica, útil en diagnósticos médicos.
Estos resultados terminan por sugerir que las alteraciones en el metabolismo cerebral están más asociadas con cambios conductuales que con problemas cognitivos leves, lo cual puede orientar futuras investigaciones y tratamientos.
¿Qué Hicieron los Investigadores?
Clasificación de los Pacientes: Los investigadores dividieron a 67 pacientes con ELA en cuatro grupos basados en sus problemas cognitivos y de comportamiento:
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Sin problemas cognitivos o de comportamiento (ALSni): Pacientes sin signos de deterioro en memoria, pensamiento o comportamiento.
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Con problemas cognitivos (ALSci): Pacientes con dificultades en memoria y pensamiento, pero sin cambios significativos en el comportamiento.
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Con problemas de comportamiento (ALSbi): Pacientes con cambios notables en el comportamiento, pero sin deterioro cognitivo.
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Con problemas tanto cognitivos como de comportamiento (ALScbi): Pacientes con deterioro tanto en la memoria y el pensamiento como en el comportamiento.
Evaluación Cognitiva y de Comportamiento: Usaron pruebas específicas para medir la memoria, el pensamiento y las habilidades sociales de los pacientes. Esto incluyó la Escala Cognitiva y Conductual de Edimburgo para ELA y dos pruebas de cognición social.
Imágenes Cerebrales: Realizaron dos tipos de estudios de imagen. Utilizaron FDG-PET para ver cómo el cerebro usa la glucosa, el principal combustible del cerebro, y resonancias magnéticas estructurales para observar la estructura del cerebro y medir el volumen de materia gris (GMV).
Análisis de Datos: Compararon los resultados de las imágenes cerebrales y las pruebas cognitivas entre los diferentes grupos de pacientes. Utilizaron análisis basados en vóxeles para examinar el volumen de materia gris y las exploraciones de FDG-PET, tanto sin corregir como corregidas por los efectos de volumen parcial (PVEC).
¿Qué Descubrieron?
Problemas Cognitivos:
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Los pacientes ALSci y ALScbi tuvieron peores resultados en las pruebas de memoria y pensamiento en comparación con los ALSni, que no mostraron estos problemas.
Uso de la Glucosa en el Cerebro:
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Los pacientes ALScbi, con problemas tanto cognitivos como de comportamiento, mostraron una menor utilización de glucosa en áreas específicas del cerebro, particularmente en las circunvoluciones frontales superior y media y en el polo temporal derecho.
Relación entre Imágenes y Pruebas Cognitivas:
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Encontraron una relación entre la cantidad de materia gris en el cerebro y el uso de glucosa con los resultados de las pruebas cognitivas, sugiriendo que la estructura y el metabolismo del cerebro están vinculados con las capacidades cognitivas de los pacientes.
Conclusión: Estrategias para Reducir el Consumo de Ultraprocesados, Azúcar, Carbohidratos Refinados y Aceites de Semillas
Reducir el consumo de alimentos ultraprocesados, azúcar, carbohidratos refinados y aceites de semillas es crucial para mejorar el metabolismo de la glucosa y, en general, la salud metabólica. Estos componentes alimentarios tienen un impacto negativo en la regulación de la glucosa en el cuerpo y están asociados con una serie de problemas de salud, incluyendo la diabetes, la obesidad y enfermedades cardiovasculares.
1. Leer las Etiquetas de los Alimentos: Familiarízate con las etiquetas de los productos alimenticios. Busca y elimina de tu alimentación aquellos ingredientes como jarabe de maíz de alta fructosa, aceites hidrogenados y otros aditivos químicos. Evitar productos con una larga lista de ingredientes es un buen comienzo.
2. Cocinar en Casa: Preparar tus propias comidas te va a permitir controlar exactamente qué ingredientes utilizas. Puedes optar por alimentos frescos y naturales, y evitar los aditivos y conservantes que se encuentran comúnmente en los alimentos procesados.
3. Aumentar el Consumo de Alimentos Enteros: Enfócate en consumir alimentos en su forma natural. Si tu enfoque es omnívoro, a partir de la estacionalidad de frutas, verduras, carnes, pescados, huevos y frutos secos podrían excelentes opciones.
4. Evitar las Bebidas Azucaradas: Las bebidas como refrescos, zumos comerciales y bebidas energéticas son grandes fuentes de azúcar añadido.
5. Sustituir Carbohidratos Refinados por Opciones Integrales: Cambia el pan blanco, el arroz blanco y la pasta por sus versiones integrales. No soy absolutamente nada defensor del consumo continuado de cereales, pero todo podría apuntar que los granos enteros tienen un índice glucémico más bajo y proporcionan fibra, lo que ayuda a regular el nivel de azúcar en sangre.
6. Limitar el Consumo de Dulces y Postres: Reduce la ingesta de chucherías, pasteles y otros postres que contienen altos niveles de azúcar y carbohidratos refinados. Busca alternativas más saludables, como frutas frescas o postres caseros endulzados con miel o alternativas más naturales.
7. Evitar los Aceites de Semillas: Los aceites de semillas, como el de soja, maíz y girasol, están muy procesados y tienen un alto contenido de ácidos grasos omega-6, que pueden causar inflamación. Opta por aceites y grasas más saludables como la mantequilla, el ghee, el de oliva, aguacate o aceite de coco.
8. Planificar las Comidas: Planificar tus comidas con antelación puede ayudarte a evitar la tentación de comer alimentos ultraprocesados. Prepara tus almuerzos y cenas para la semana, utilizando ingredientes frescos y naturales.
9. Comer Más Proteínas y Grasas Saludables: Incluye en tu dieta proteínas de alta calidad como carne, pescado y huevos . Las grasas saludables provenientes del propio animal, la mantequilla y la manteca o el ghee, l aguacate, las nueces y el aceite de oliva pueden proporcionar energía sostenida y ayudar a controlar los niveles de azúcar en sangre.
10. Educarse y Ser Consciente: Mantente informado sobre los beneficios de una alimentación saludable y los efectos negativos de los alimentos ultraprocesados. La educación continua puede ayudarte a tomar decisiones más conscientes y saludables a largo plazo.